La amaxofobia se puede presentar en tres formas distintas:
Por un lado en las personas inexpertas, se presenta en conductores noveles que no hacen uso de su licencia o permiso en una primera instancia, lo dejan durante un largo periodo de tiempo, años, y cuando quieren volver a manejar han creado una gran fobia a ello.
La segunda forma es en aquellas personas que ya llevan varios años conducción, más de cinco, y debido a experiencias negativas puntuales en su vida asociadas con ansiedad y miedos, comienzan a generar cierta incomodidad a la hora de conducir pudiendo llegar a convertirse en un miedo o ansiedad incontrolado.
Por último, existe una tercer forma muy común a otras fobias, que se genera en personas con estrés postraumático, fueran ellos directamente o no lo implicados en el suceso, es decir, ser conductor, acompañante, simplemente presenciar un accidente o que le ocurra a alguien cercano.
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